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Pero lo que hacía era sembrar veneno entre jóvenes y adultos. Eloísa Antonia Ramírez Gaitán, de 23 años conocida como “La X”, operaba desde su casa en Lomas Valle, en el Distrito Cinco de Managua, con una discreción que le permitió mantenerse bajo el radar de las autoridades durante algún tiempo.
Según fuentes cercanas a la investigación, su modus operandi era así: Utilizaba su residencia como centro de almacenamiento y distribución de dr0g4s, principalmente éxt4sis y m4rihu4na, sustancias que eran altamente demandadas durante la vida nocturna de la capital.
“La X” no actuaba sola. Contaba con una red de contactos que incluía a distribuidores menores, quienes se encargaban de llevar las dr0gas a puntos clave, como discotecas y bares en zonas céntricas de Managua. Estos lugares, frecuentados por jóvenes y adultos en busca de entretenimiento, se convirtieron en el mercado principal de Eloísa.
Ella mantenía un perfil bajo, evitando llamar la atención y delegando gran parte del riesgo a sus compinches. “La X” utilizaba aplicaciones de mensajería como WhatsApp para coordinar la entrega de dr0gas. Los clientes, en su mayoría jóvenes, realizaban pedidos a través de estos medios y los distribuidores se encargaban de hacer las entregas en lugares previamente acordados.
Su suerte cambió el 20 de Febrero, cuando la Policía Nacional detuvo a uno de sus distribuidores con una cantidad considerable de éxt4sis y m4rihu4na. Durante el interrogatorio, el sujeto proporcionó información clave que llevó a las autoridades hasta la casa de Ramírez Gaitán.
En el allanamiento, encontraron 129 pastillas de éxt4sis y m4rihu4na, también varios cigarrillos electrónicos. Durante su comparecencia en los juzgados de Managua, “La X” admitió su participación en la venta de dr0gas. La Fiscalía solicitó una pena de 8 años y medio de prisión, mientras que la defensa pidió la pena mínima de 5 años y medio de cárcel.
Información cortesía: Primerísima Nicaragua
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