Mujer fingía ser doctora y engañó a todos en Puebla, México

En un caso que mezcla ironía, desconfianza y una buena dosis de incredulidad, una mujer de nombre Marily Cote ha estado captando la atención en Puebla al presentarse como “profesional de la salud mental” con un currículum supuestamente impresionante. 




Marily Cote / México




Con un consultorio en uno de los centros médicos privados más exclusivos de la ciudad, Marily se promociona como neuropsicóloga, neuropsiquiatra e incluso como investigadora internacional.




Según sus redes sociales y su página web, Marily afirma ser parte del equipo de investigación de la Universidad de Oslo y colaborar con la Unidad de Análisis de la Conducta del FBI. Sin embargo, las investigaciones recientes y el testimonio de personas que la han investigado revelan que sus credenciales son fraudulentas. Marily Conte no es ni médica, ni psicóloga, ni psiquiatra. 




En realidad, es abogada egresada de la BUAP, con una maestría en criminología y un doctorado en psicología por la Escuela Libre de Psicología (ELP). En sus redes, Marily ha creado una imagen de éxito y profesionalismo utilizando fotografías alteradas y publicando imágenes de supuestos colaboradores que, en realidad, son modelos de marcas de uniformes quirúrgicos como Dickies. 




Sus pacientes han revelado que Marily tiende a diagnosticar el “narcisismo” en la mayoría de los casos, lo cual sugiere que no posee el conocimiento clínico suficiente para realizar diagnósticos precisos. Además, se la ha acusado de prescribir medicamentos controlados, sin que quede claro a través de qué cédula profesional lo haría.




Por si fuera poco, una reciente broma en redes sugiere que Marily se ha autoproclamado incluso como Secretaria de Salud, un meme que muchos confundieron como verdad, dado el historial de exageraciones en sus redes. 




Ante el revuelo, es importante aclarar que Marily Conte no ocupa ni ha sido designada para dicho cargo; sin embargo, la broma refleja la magnitud del escepticismo que rodea su figura. Este caso plantea preguntas serias sobre la supervisión de quienes ejercen prácticas de “salud mental” sin credenciales verificadas y sobre los riesgos a los que se exponen personas que buscan ayuda profesional. Mientras tanto, la controversia de Marily Conte sigue generando asombro e indignación en Puebla.






Información cortesía: Redes Sociales







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